El Centro de Rehabilitación Laboral de Villaverde (CRL) dispone desde el pasado mes de febrero de un nuevo espacio con el que poder ampliar y desarrollar su metodología de trabajo; facilitando y afianzando la inserción laboral y formativa de personas con diagnóstico en enfermedad mental.
Este nuevo espacio, desde su comienzo, entra a formar parte, del Programa Municipal de Huertos Urbanos Comunitarios de la ciudad de Madrid, diseñado con la participación de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales y la Red de huertos Urbanos de Madrid que aportan todo su conocimiento y experiencia en la gestión de huertos.
Numerosos son los factores que han intervenido a la hora de decantarse por establecer un huerto urbano como añadido del dispositivo, no obstante, y como es obvio, han primado aquellos que aportan claros beneficios a las personas atendidas en el mismo. Poder amplificar las estrategias de trabajo que se aplican en los talleres prelaborales, incorporando nuevas tareas que poder realizar y adaptarse a las condiciones que exige un huerto desde su creación, es un motivo de peso por el que se ha perseguido emprender este importante proyecto. Otra de las razones principales, se cimienta en su incuestionable carácter terapéutico, que se genera gracias al contacto directo con la naturaleza. Actuar como puente de unión entre naturaleza y persona, promueve un bienestar físico y psicológico fundamental para obtener una estabilidad mental adecuada, aportando grandes beneficios a la salud.
Pero esto solo es el principio. A día de hoy, se están asentando las bases que permitan configurar el espacio con un mínimo de medios, necesarios para que el huerto se desarrolle en las mejores condiciones. Personas atendidas y trabajadores del recurso, colaboran mano a mano en poder hacerlo posible. Una vez afianzado el espacio, se abrirá a la comunidad, permitiendo que las y los ciudadanos puedan colaborar en el mismo. Asimismo, se llevará a cabo una serie de eventos en grupo, donde los vecinos puedan interactuar con las particularidades que ofrece el huerto y puedan comprobar, de primera mano, el gran trabajo que personas con diagnóstico en enfermedad mental son capaces de realizar, facilitando así su integración en la sociedad.
