El suicidio es una realidad dolorosa que afecta a muchas personas y comunidades. En nuestra labor diaria, trabajamos con personas que luchan contra sus problemas de salud mental, y sabemos que cada historia es única.
Hoy, en la Fundación El Buen Samaritano, nos unimos para conmemorar el Día del Superviviente por Suicidio, un momento significativo para recordar y honrar a aquellas personas que han perdido la vida a causa del suicidio, así como a quienes han sobrevivido a esta experiencia devastadora. Este día nos invita a reflexionar sobre la importancia de la salud mental y el apoyo que podemos ofrecer a quienes enfrentan problemas de salud mental grave y duradera.
El suicidio es una realidad dolorosa que afecta a muchas personas y comunidades. En nuestra labor diaria, trabajamos con personas que luchan contra sus problemas de salud mental, y sabemos que cada historia es única. Cada vida tiene un valor incalculable, y cada superviviente tiene una historia que merece ser escuchada. Es fundamental crear un espacio seguro donde se pueda hablar abiertamente sobre el dolor, la pérdida y la esperanza.
Hoy, queremos recordar a las personas supervivientes: aquellas que han enfrentado la oscuridad y han encontrado la fuerza para seguir adelante. Su valentía es un testimonio de la resiliencia humana y de la capacidad de sanar. También queremos hacer un llamado a la comunidad para que se una en la lucha contra el estigma que rodea a la salud mental. Es esencial que todas las personas nos sintamos cómodas hablando sobre nuestras luchas y buscando ayuda cuando la necesitamos.
Hoy, alzamos nuestras voces en solidaridad con los y las supervivientes y recordamos a quienes hemos perdido. Juntas, podemos crear un futuro donde la salud mental sea una prioridad y donde cada vida sea valorada.
Con cariño y esperanza,