Desde el inicio de su andadura en junio de 2018, el CRL de Arganzuela ha apostado por la externalización de las tareas propias de los talleres prelaborales, así como la realización de las mismas en entornos comunitarios. El desarrollo de nuestro trabajo en otros contextos, permite además de poner en prácticas los hábitos y habilidades socio-laborales necesarios para desempeñar un empleo, la integración en la comunidad de pertenencia. Partimos del supuesto, que la realización de acciones conjuntas con otras entidades, posibilitará una construcción del self más satisfactoria, a la vez que la inclusión en el barrio.
De este modo, se viene colaborando con el AMPA del Colegio San Eugenio y San Isidro, junto a la asociación el Bancal, en el desarrollo de programas de educación medioambiental tanto en el colegio como en el Huerto Urbano » La Revoltosa».
Acorde con el compromiso e implicación de la Fundación El Buen Samaritano de adoptar medidas que favorezcan la sostenibilidad del medio ambiente, se tiene presente la gran relevancia que tiene educar en valores de respeto a la naturaleza desde los primeros años de vida. En esta ocasión hemos tenido la suerte de contar con Jorge, quien ha creado e impartido un taller dirigido a niños y niñas de 3 años de edad, en el que han construido en un ambiente lúdico un hotel de insectos, facilitando la posibilidad de compartir la importancia de todos los seres vivos y conocer algunos aspectos del mundo animal.
Esta actividad ha permitido acercar a los niños a la naturaleza, así como a muchos de los padres y profesores que les han acompañado.