La Fundación El Buen Samaritano celebra el Día Mundial de la Salud Mental con actividades comunitarias en todos sus centros.
El Día Mundial de la Salud Mental nos recuerda cada año la necesidad de seguir derribando estigmas, fomentar la empatía y el cuidado mutuo y reconocer la salud mental como un derecho básico. En este marco, la Fundación El Buen Samaritano ha desarrollado durante el mes de octubre una amplia programación de actividades en sus distintos recursos de atención diurna, con el objetivo de visibilizar su trabajo y promover la sensibilización en la comunidad.
Como cada año, las iniciativas impulsadas desde los centros de Carabanchel, Arganzuela, Alcobendas, Villaverde y Usera de la Fundación, pusieron el foco en la importancia de la participación ciudadana, la inclusión social y el bienestar emocional como pilares para una sociedad más saludable y solidaria.
CARABANCHEL: COMUNIDAD, ARTE Y REFLEXIÓN
Desde el Centro de Rehabilitación Laboral (CRL), el Centro de Día (CD) y el Centro de Rehabilitación Psicosocial (CRPS) de Carabanchel se organizaron dos jornadas comunitarias centradas en los determinantes sociales de la salud —como la vivienda, el empleo o las redes de apoyo— y su influencia en el bienestar emocional.
Una de las actividades más destacadas tuvo lugar el 9 de octubre en la Parroquia San Benito Abad, donde se realizaron talleres y dinámicas participativas en un ambiente cercano y reflexivo. Además, el CD y el CRPS elaboraron un mural colaborativo estilo doodle sobre los activos de salud, en el que las personas atendidas aportaron ilustraciones y materiales plásticos que simbolizaban el valor del apoyo mutuo y la comunidad.
La Comisión de Comprometid@s de la Fundación El Buen Samaritano participó con la exposición “Cambia tu Mirada” (www.porlasaludmental.org) ofreciendo testimonios reales de procesos de recuperación y recursos de apoyo, especialmente dirigidos a jóvenes que puedan estar atravesando momentos de dificultad.
El día 10 en el CEPA de Vista Alegre, se celebró una Yincana centrada en la gestión de las emociones. Cada parada del recorrido se dedicó a una emoción concreta, ofreciendo un espacio para reflexionar sobre su significado y explorar herramientas para gestionarlas de forma saludable.
Cada recurso participante en la Comisión de Bienestar y Salud Mental de Carabanchel (Mapeando Carabanchel) se encargó de dinamizar una emoción. En el caso del CD y el CRPS de Carabanchel, la emoción trabajada fue la “Ansiedad”. Para ello, se organizó un “Paseo consciente” por los Jardines de la Finca Vista Alegre, donde las personas participantes pudieron conectarse con la naturaleza y reflexionar sobre la ansiedad en un entorno relajado, profundizando en estrategias para minimizar su impacto físico y emocional.
De forma paralela, el CRL de Carabanchel se planteó el Taller de Salud Mesa Verde en el taller prelaboral de Jardinería (2/10) y se coordinó la exposición “El suicidio se puede prevenir”, cuyo objetivo fue sensibilizar al público sobre la problemática del suicidio y promover su prevención desde la información, la empatía y la acción comunitaria.
La Yincana concluyó con la parada dedicada a la emoción “Alegría”, un espacio para celebrar la salud mental a través del baile y la música. Finalmente, se realizó la lectura de un manifiesto que recogía las vivencias y reflexiones de varias personas atendidas en los recursos de la Red de Salud Mental de la Comunidad de Madrid, en el distrito de Carabanchel.
“Las emociones no son un problema. Lo es no saber gestionarlas, no tener espacios donde expresarlas, no contar con redes de apoyo o vivir en entornos que las invalidan. A veces, lo que pesa no es la tristeza, sino el silencio que nos obligamos a guardar”.
👉📰Manifiesto recogido en el periódico “LEER AVOCES DE CARABANCHEL” 📰👈
CRL ARGANZUELA: EL PUZZLE DE LAS EMOCIONES
En el Centro de Rehabilitación Laboral de Arganzuela de la Fundación El Buen Samaritano, las actividades giraron en torno a la dinámica “El puzzle de las emociones”, que permitió a las personas participantes reflexionar sobre sus experiencias emocionales a través del arte. La iniciativa dio lugar a un podcast especial donde se recogieron diálogos y reflexiones sobre qué nos da salud mental y cómo la cuidamos en lo cotidiano.
Además, el equipo participó en la carpa del CMSc (Centro Madrid Salud comunitario) de Arganzuela, donde se compartieron imanes con las figuras de las emociones para seguir promoviendo el mensaje de cercanía y autocuidado entre los vecinos y vecinas del distrito.
CRL ALCOBENDAS Y VILLAVERDE: COMUNIDAD EN ACCIÓN
En el Centro de Rehabilitación Laboral de Alcobendas de la Fundación, la jornada estuvo marcada por una marcha por la salud mental en colaboración con asociaciones de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes. La actividad simbolizó la unión de ambas localidades en favor de la visibilidad y la inclusión, culminando con un acto en el Centro de Salud Mental de Miraflores.
Por su parte, desde el Centro de Rehabilitación Laboral Villaverde se conmemoró el Día de la Salud Mental en el Huerto de los Pinos de San Cristóbal. Para ello, se programaron multitud de actividades para poder compartir con el vecindario. Desde septiembre, personas atendidas del Centro de Día, Centro de Rehabilitación Psicosocial y Centro de Rehabilitación Laboral de Villaverde, junto con los hortelanos y hortelanas, se reunieron en varias ocasiones para preparar la programación de esta efeméride.
El resultado fue un día en el que se disfrutó de conversaciones en directo con Radio OMC, talleres de macramé, labores de compostaje y plantación, entre otras propuestas que hicieron de esta jornada una experiencia enriquecedora, y cercana.
CRPS USERA: GÉNERO Y BIENESTAR EMOCIONAL
El Centro de Rehabilitación Psicosocial de Usera de la Fundación centró su jornada en la importancia del bienestar psicológico y emocional desde una mirada interseccional. Con la colaboración del Espacio de Igualdad Berta Cáceres, se reflexionó sobre el impacto del género y los estereotipos en la salud mental.
La jornada culminó con la creación artística de tote-bags con frases simbólicas, un gesto creativo y reivindicativo que dejó una huella tangible del compromiso con la causa.
CONCLUSIÓN: UN COMPROMISO QUE SE COMPARTE
Las actividades desarrolladas en toda la red de recursos de la Fundación El Buen Samaritano han puesto de manifiesto que la salud mental se construye colectivamente. A través del arte, la reflexión y la participación comunitaria, cada iniciativa ha contribuido a romper el silencio, crear redes de apoyo y fomentar la empatía.
Porque compartir vulnerabilidad es también una forma de defender la vida, y cuidar la salud mental es una tarea que nos involucra a todos y todas.
