El 6 de octubre se conmemora el Día Europeo de la Depresión. Desde la Fundación El Buen Samaritano, nos sumamos a esta fecha para reflexionar y sensibilizar sobre la importancia de la salud mental.
El trastorno depresivo, más conocido como depresión, es una afección mental frecuente que puede presentarse en personas que han atravesado situaciones traumáticas, pérdidas significativas o altos niveles de estrés. A diferencia de los cambios normales en el estado de ánimo, este trastorno se caracteriza por una tristeza persistente y la pérdida de interés en las actividades cotidianas durante períodos prolongados.
Aunque hoy en día se tiende a trivializar el uso del término “depresión”, esta banalización invisibiliza el sufrimiento real de quienes la padecen. Se trata de una condición seria que puede impactar profundamente en diversos aspectos de la vida, desde las relaciones familiares y sociales hasta el entorno laboral o educativo. En los casos más graves, la depresión puede derivar en conductas suicidas.
Datos recientes de la Organización Mundial de la Salud (2025) indican que aproximadamente el 5,7 % de los adultos a nivel mundial viven con depresión, siendo las mujeres el grupo más afectado.
Afortunadamente, existen tratamientos psicológicos con eficacia comprobada. Entre ellos se encuentran la activación conductual, la terapia cognitivo-conductual, la psicoterapia interpersonal y las intervenciones centradas en la resolución de problemas. Asimismo, el fomento de hábitos saludables como el ejercicio físico y las actividades recreativas juega un papel preventivo importante.
Para quienes se encuentran atravesando una etapa difícil, o para profesionales del ámbito socio-sanitario, la OMS pone a disposición el Plan de Acción Integral sobre Salud Mental 2013–2030, donde se detallan estrategias para brindar una atención adecuada a las personas con trastornos mentales, incluida la depresión.
Buscar apoyo es un paso esencial hacia el bienestar
